“Vidas interrumpidas: el impacto de la COVID-19 en las niñas y las jóvenes”, es el nombre del informe elaborado por Plan Internacional, que contempló siete mil testimonios de niñas y adolescentes de 14 países, como Estados Unidos, Brasil, Nicaragua, España, Francia, India, Australia o Vietnam.

El documento, evidencia que nueve de cada diez niñas y adolescentes sufren un nivel medio o alto de ansiedad. 

A su vez, identificaron que existe relación entre su grado de ansiedad y su nivel socioeconómico, ya que entre más bajo es éste, los niveles de ansiedad son mayores.

En esta línea el 26%, se muestran preocupadas por la pérdida de los ingresos familiares.

Por otra parte, el 62% de las niñas y adolescentes aseguran que la “peor” consecuencia de la pandemia, es no haber podido ir a la escuela, mientras que un 58% señala que no haber podido socializar y no salir de casa “de forma normal”, también han sido consecuencias negativas.

Por último, el 33% de las adolescentes y jóvenes creen que la pandemia reducirá sus oportunidades laborales, mientras que el 25% afectará a sus ingresos o les obligará a abandonar su educación (19%).

Revisa el informe completo en este LINK.