En tiempos de pandemia, el aumento de la navegación diaria en internet y la limitación del movimiento, se han vuelto factores claves para los abusadores sexuales, reduciendo incluso, el tiempo del ataque contra la víctima. 

Según una entrevista que entregó la directora ejecutiva de la consultora en prevención de delitos sexuales Praesidium Chile, Ximena Schencke, al portal de noticias El Mostrador, “es muy fácil hacerse pasar por un joven de 16-17 años y entablar relaciones a través de la web (...) los niños no se sienten expuestos porque solo interactúan vía una pantalla. Esa supuesta privacidad entre abusador y víctima los deja vulnerables mucho más rápido que cuando el contacto es en persona”.

Las redes sociales han sido más frecuentadas de lo normal en tiempos de crisis sanitaria, sobre todo por los menores de edad. La experta señala que existen patrones para reconocer a un abusador infantil, y es fundamental poder prevenir el ataque lo antes posible. 

¿Cómo reconocerlo? 

En aspectos físicos, no existe con precisión un factor común entre los abusadores sexuales. Sin embargo, en relación a la personalidad se repiten características como ser extrovertido, inteligente, divertido y cautivador. Estos rasgos permiten que el abusador gane la confianza de sus víctimas. 

Ximena indica que, “el abusador sexual tiene una capacidad especial para buscar esa vulnerabilidad y saber cómo aprovecharla en su beneficio”. Y advierte que en Chile, una de cada siete niñas será abusada sexualmente antes de los 18 años, mientras que la misma situación se repite con uno de cada once niños. Esto se debe al alto nivel de vulnerabilidad que tienen los niños, en comparación con los adultos.

“Es una persona inteligente, con una personalidad muy agradable, simpática, no es ni tímida ni retraída. Generalmente es conocida en la organización donde se mueve como una persona comprometida con la entidad y sus miembros. Es, por ejemplo, el profesor que todos adoran, o el entrenador más simpático, que tiene carisma, y que incluso puede sacar lo mejor de sus deportistas. Su víctima lo conoce, es una persona que está cerca de manera habitual, un vecino, un tío, un abuelo, incluso un padre”, explica la experta. 

Schencke advierte que este escenario es habitual en Chile, ya que el 88,5% de las víctimas conoce a su abusador, 50% de estos son familiares de diferentes grados y el 75% de ellos son hombres.

La dinámica que utilizan los abusadores consiste en “conquistar” a la víctima vulnerable, a través de regalos, promesas, ventajas y evidentemente, manipulación emocional y psicológica. Además, tener la protección de los grupos que estén vinculados a la víctima, le proporcionarán al abusador un apoyo en caso de algún afrontamiento.  “Así, en caso de que estas se atrevan a denunciarlo se encuentran con que no tienen un ‘piso’ para apoyar su denuncia, nadie les cree, los acusan de mentirosos y de tratar de perjudicar a alguien. Es la jugada perfecta”.

Ximena insiste en que estas técnicas de manipulación son efectivas, sobre todo en personas vulnerables. No obstante, elementos como la revictimización, no creer en los relatos de las víctimas y tener temor a las represalias, ayudan a que estos delitos terminen impunes y/o invisibilizados.

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