Estudio identifica cuatro estilos de crianza predominantes y sus consecuencias
El estudio “Padres y desarrollo de los hijos: Prácticas de crianza” de María Aurelia Ramírez, profesora e investigadora de la Universidad de Granada en España, presenta una revisión de estudios sobre distintas prácticas de crianza, los factores que intervienen en este proceso y el efecto que tiene en los niños.
Luego de analizar distintas investigaciones de diversos profesionales del área, la investigadora advierte que, “para comprender los antecedentes o los factores que determinan los estilos de crianza, hay que tener en cuenta la eficacia de los diversos tipos de disciplina, las características del niño y de los padres, así como la interacción entre ambos”. Es decir, se debe contextualizar según correspondan los elementos influyentes.
En esta línea, Ramírez logra distinguir y definir los siguientes cuatro tipos de crianza, en base a las prácticas educativas expuestas:
- Estilo autoritario: este tipo de crianza, se caracteriza principalmente por la fuerte presencia del control y un alto nivel de exigencia de madurez. Dentro de este estilo, la comunicación y el afecto explícito presentan un nivel bastante precario. En su defecto, abundan técnicas como la autoridad, el uso del castigo y las medidas disciplinarias.
- Estilo democrático: a diferencia del primero, este tipo de crianza se caracteriza por los abundantes niveles de comunicación, afecto, control y exigencias en relación a la madurez del menor. Se refuerza el comportamiento, pero no de manera indulgente, sino que a través del diálogo y la atención.
- Estilo permisivo: en este tipo de crianza, existe un nivel bajo de control y exigencia de madurez, pero un alto grado de comunicación y afecto. No se exigen responsabilidades y son razonables en relación a las decisiones del menor. No obstante, rechazan ejercer algún control o poder sobre el niño.
- Estilo indiferente o de rechazo-abandono: la negligencia está más presente en este tipo de crianza, ya que los padres suelen rechazar a los hijos. No existen normas que obedecer ni cariño o afecto para compartir. Al niño se le da tan poco como se le exige. Tanto la comunicación, el control o la exigencia de madurez, es nula.
Conclusiones
La investigadora insiste en destacar que el cruce de culturas, es un factor clave en los tipos de crianza en nuestra actualidad.
“Las diferencias entre unos padres y otros en prácticas de crianza se encuentran en el marco de un planteamiento ecológico y sistémico del proceso evolutivo, en donde los determinantes culturales, sociales y familiares moldean los contextos concretos en que los niños se desarrollan y se socializan”, explica Ramírez.
A su vez enfatiza en la influencia que tienen las circunstancias de los padres y madres al momento de criar.
“Están las experiencias concretas de estimulación y socialización, las limitaciones o posibilidades relacionadas con los hijos, las ideas específicas respecto de sus capacidades, la experiencia previa como padres, la profesión, el nivel educativo, la forma en que los padres recuerdan su propia educación cuando eran niños, el bienestar económico y la personalidad de los padres”, concluye.
Finalmente advierte en "la importancia de enfatizar en la educación familiar, en la validez de las prácticas de crianza positivas y en la prevención de prácticas negativas que impliquen cualquier forma de abuso hacia el niño".
Revisa el estudio original en este LINK.
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