Un equipo de investigación, conformado por el Dr. Juan Carlos Peña de Universidad Autónoma de Chile, la Dra. Loreto Arias de la Universidad de la Frontera y la Trabajadora social Valeria Boll Henríquez del Instituto Profesional AIEP, exploró las dinámicas de las relaciones afectivo-sexuales de estudiantes de educación secundaria de la ciudad de Temuco e indagó cómo éstas pueden derivar en violencia.

La investigación cualitativa contempló la conformación de 12 grupos de discusión mixtos, con adolescentes de entre 15 a 19 años, de establecimientos públicos y con subvención estatal de Temuco, abarcando una muestra total de 126 participantes. 

Investigadores(as) evidenciaron a través de las entrevistas,  “que la ausencia de los celos en las relaciones de adolescentes es percibida e interpretada como falta de interés en el otro(a)”.

Además  constataron que “la percepción de los celos incrementa con el grado de formalidad de la relación, lo que implica la restricción progresiva de las libertades personales y de las amistades. Paulatinamente los celos emergen en las relaciones, especialmente en los hombres, derivando en distintas formas y grados de control sobre sus respectivas parejas”.

Los investigadores advierten en el artículo publicado en el Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma de Chile, que además que la violencia en el pololeo se extiende a los espacios virtuales, manifestándose en tres dimensiones: privacidad, presión y control. 

“Comienza con la renuncia a la privacidad, donde la confianza por el otro(a) se demuestra compartiendo las claves de acceso personales de diferentes redes sociales (Facebook, Instagram, correo electrónico, etc.), lo que se conoce como una “prueba de amor”. Las manifestaciones de presión y control incrementan con el avance de la relación, las y los adolescentes experimentan una invasión de su privacidad, al tener sus cuentas de redes sociales vigiladas, dando lugar al control explícito de las amistades. En esta etapa surgen solicitudes para eliminar a personas de las redes sociales que no cumplen con “criterios” para ser amigos(as) de sus parejas, consolidando el control sobre el otro(a), que en palabras de las y los adolescentes parece estar normalizado”, aseguran.

Por último, el estudio exploratorio del Dr. Carlos Peña revela que “el control en el pololeo es una práctica realizada principalmente por los hombres, la que es aceptada por las mujeres, lo que obedece a la socialización de roles de género y prácticas culturalmente aceptadas”, finaliza.

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