Estudio: el efecto de las cuarentenas en la salud mental de la población de la Región Metropolitana

"Homeostasis social en cuarentena: El complejo equilibrio de las relaciones humanas y su impacto en el bienestar psicológico", es el nombre de un estudio realizado por la Universidad del Desarrollo (UDD), donde indican que el 52% de la población de la capital ha sentido agobio debido a las últimas semanas de cuarentena.

La investigación, en la que participaron 1.092 personas de la capital con edades entre los 18 y 82 años, analizó el promedio de nuevos casos de la región desde inicios de la cuarentena (es decir, desde el 27 de marzo), hasta el 20 de abril. Las preguntas realizadas a los participantes consideraron la experiencia subjetiva sobre el hacinamiento como aislamiento social.

Junto con lo anterior, se hizo un estudio de panel para comprender las consecuencias en el bienestar psicológico de las personas encuestadas.

Resultados:

En el estudio se señala que “tanto el aislamiento como el hacinamiento, no son situaciones puramente objetivas, sino estados influenciados por la forma en que las personas se relacionan con su entorno social. Por ejemplo, sólo un 11% de los individuos del grupo Aislados, estaba realmente apartado de otros (viviendo sólo/a). Disminuir el contacto social y que este sea experimentado como aislamiento no impacta de la misma manera a las personas, siendo las mujeres, el nivel socioeconómico alto y las personas entre 31 y 50 años quienes con mayor frecuencia se identificaron en este grupo. Una situación similar se vio reflejada en el grupo Hacinados, donde sólo un 10% de los individuos se encontraron bajo una condición objetiva de hacinamiento”.

“La experiencia subjetiva es paralela a la verificación objetiva de la compañía de otros. Por lo tanto, la percepción subjetiva tiene un rol que no se debe menospreciar, y que, a largo plazo, puede tornar el descontento en una situación crónica, y así deteriorar nuestra salud mental, desde sus diferentes aristas”, se explica en la investigación. 

Jaime Silva, investigador de la Facultad de Psicología de la UDD, explicó en estrevista con radio ADN, que “esta experiencia de agobio se compone de dos elementos: un elemento que llamamos aislamiento, que es el sentimiento o la experiencia de no poder conectarse con las personas que uno quisiera; y, por otro lado, y en conjunto una experiencia de hacinamiento, es decir, sentirse interrumpido, invadido, por otras personas con las cuales yo, en ese momento por diversas razones, no quisiera estar conectado”.

“Entonces, esta doble situación es lo que nosotros llamamos el rompimiento o el quiebre del homeostasis social, en el sentido de que todos los seres humanos buscamos tener un equilibrio entre nuestra necesidad de estar cerca de otros con nuestra necesidad de sentirse y vivir como una persona autónoma con libertad”, agregó.

Revisa el estudio original en este LINK.