El efecto positivo de las caricias y el contacto físico en la salud mental y el equilibrio emocional

En los último años, varios estudios científicos han evidenciado los beneficios de las interacciones a través del tacto en la salud física y mental.

Dacher Keltner, director de The Greater Good Science Center y profesor de psicología en la Universidad de California, cuenta en un artículo publicado en "Greater Good Magazine", que junto a su entonces alumno Matt Hertenstein, se preguntó si los humanos pueden comunicar la compasión a través del tacto.

Para averiguarlo, construyeron una barrera en su laboratorio que separaba a dos personas que no se conocían. Uno de ellos atravesó la barrera con un brazo y esperó.

A la persona que estaba al otro lado, se le entregó una lista de emociones para que intentara transmitir cada una de ellas con un toque de un segundo en el antebrazo de la persona que estaba al otro lado, para que de esta manera pudiera adivinar la emoción. 

Entre todas las emociones transmitidas, el 60% de los participantes adivinó la compasión correctamente. 

A su vez, la ira, la gratitud, el amor y el miedo, también fueron algunas de las emociones en que los participantes acertaron más del 50% de las veces. 

Keltner destaca además que, si bien existieron varias combinaciones de género en el estudio, le llamó la atención que que cuando una mujer intentó comunicar la ira a un hombre, éste último no acertó. Al mismo tiempo, cuando un hombre intentó transmitir compasión a una mujer, ella no sabía qué estaba pasando. 

Beneficios del contacto físico

Según indica el investigador estadounidense, “los beneficios comienzan desde el momento en que nacemos. Una revisión de la investigación, realizada por Tiffany Field, líder en el campo del tacto, encontró que los recién nacidos prematuros que recibieron solo tres sesiones de 15 minutos de terapia táctil cada día durante 5-10 días ganaron un 47 por ciento más de peso que los bebés prematuros".

A su vez, destaca la investigación realizada por Darlene Francis y Michael Meaney, quienes descubrieron, “que las ratas cuyas madres las lamían y acicalaban mucho cuando eran bebés, crecen para estar más tranquilas y más resistentes al estrés, con un sistema inmunológico más fuerte. Esta investigación arroja luz sobre por qué, históricamente, un porcentaje abrumador de humanos bebés en orfanatos donde los cuidadores los privaron de contacto no lograron crecer a su altura o peso esperado, y mostraron problemas de comportamiento”, explica.

Dacher Keltner, agrega además que gracias a una investigación del neurocientífico Edmund Rolls, “sabemos que el tacto activa la corteza orbitofrontal del cerebro, que está vinculada a sentimientos de recompensa y compasión (…) También sabemos que el contacto crea relaciones cooperativas".

Por último, afirma que “hay estudios que demuestran que el tacto indica seguridad, confianza y alivia. El toque cálido básico calma el estrés cardiovascular. Activa el nervio vago del cuerpo, que está íntimamente relacionado con nuestra respuesta compasiva, y un simple toque puede desencadenar la liberación de oxitocina, también conocida como "la hormona del amor".

Conoce más detalles en este LINK y revisa la charla de Dacher Keltner a continuación: