Entrenar la resiliencia en tiempo real

Estamos viviendo momentos de mucha incertidumbre, donde la pandemia se nos presentó como un acontecimiento sorpresivo y no previsto. Solíamos creer que lo controlábamos todo y hoy sentimos que vivir con tanta incertidumbre nos debilita.

Como estamos programados para evitar lo inesperado y a nuestro cerebro no le gusta la incertidumbre, tenemos que desarrollar y promover estrategias que nos ayuden a gestionar estos tiempos inciertos.

Es lógico y natural que en estos tiempos nos sintamos vulnerables y con las emociones a flor de piel.

La resiliencia es de las competencias que más nos puede ayudar a enfrentar y a superar las adversidades, las crisis y los obstáculos.

La buena noticia es que todos tenemos el potencial de desarrollar resiliencia, por eso hay que cultivarla, promoverla y entrenarla. Aprender “resiliencia en tiempo real” consiste en entrenarse para dar respuestas adecuadas y positivas en el hacer.

La versión más clásica de la definición de la resiliencia se define como la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas.

La resiliencia tiene que ver más con el crecimiento que con la resistencia. No supone solamente adaptarse; tiene que ver más con la transformación y con la generación de nuevas oportunidades.

Los autores catalanes Anna Forés y Jordi Grané, van más allá y proponen instaurar el término de la resiliencia generativa. Ver el futuro con una mirada posibilista y desarrollar nuevas oportunidades. La definen como la capacidad de rebotar y salir fortalecido, y así generar nuevas oportunidades.

¿Qué podemos hacer para entrenar la resiliencia?

  • Hacer comunidad y rodearnos en círculos de empatía

La capacidad de dar y de recibir afecto es la principal fuente de resiliencia.  Los vínculos tejidos de resiliencia nos permiten sobrellevar y superar los momentos más inciertos.

  • Expresar gratitud

Que es lo que sí tengo y agradecer por eso. La gratitud nos ayuda a poner en perspectiva las cosas, a ser más optimistas, a ver el vaso medio lleno y a transformar las emociones negativas.

  • Invertir en autoconocimiento y escribir acerca de nuestras emociones y sentimientos

Escribir sobre lo que sentimos o nos está sucediendo es una actividad que nos ayuda a regularnos emocionalmente y a fortalecernos interiormente.

  • Cuidarnos

Hacer ejercicio regularmente, meditar y alimentarnos bien; es beneficioso tanto para la salud física como psicológica. "Mens sana in corpore sano".

  • Aprender y practicar la mentalidad de principiante

Estos son tiempos de grandes aprendizajes, y de revisar que es lo que ya no nos sirve o lo que tenemos que reaprender. Hoy es más importante aprender que saber.

  • Conectar con la creatividad

Todas las actividades artísticas y manuales son muy beneficiosas.

  • Buscar oportunidades escondidas

No podemos modificar los acontecimientos que ocurren, pero sí podemos decidir qué actitud vamos a tomar frente a ellos y también hacernos nuevas preguntas que nos ayuden a cambiar la mirada y a buscar nuevas oportunidades.

  • Practicar el humor

La sonrisa es muy beneficiosa para nuestro organismo y salud en general.

  • Explorar nuestro propósito y huella

Aquel que explora su por qué y para qué en la vida, tiene un ancla y sentido lo que cual ayuda al bienestar y a ser más resilientes.

  • Generar futuro

Desde una mirada esperanzadora, rediseñarnos en tiempo real en nuestros trabajos, emprendimientos, proyectos, formas de liderar, de comunicar, de conectar y de cooperar.

Como ya mencionamos, la resiliencia es multifactorial y es un hábito que generamos en la práctica. Podemos practicarla en las decisiones que tomamos y las acciones que emprendemos todos los días de nuestra vida.

Aprender alternativas resilientes, nos ayudará a convivir con la incertidumbre, a improvisar sobre la marcha, a generar futuro, a conformar nuevas redes y a convertir las incertezas en oportunidades.

Dijo Darwin "no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta al cambio." Y no se trata sólo de "sobrevivir" si no de vivir. Y vivir en positivo el mayor tiempo que seamos capaces depende en gran parte de nosotros y de la capacidad que tengamos para transformarnos y modificar nuestro pensamiento "en tiempo real" para sentir en positivo "en tiempo real". Esto es "resiliencia en tiempo real".

Gaby Hostnik

Especialista en Inteligencia Emocional-Facilitadora de procesos de cambio y transformación

Instagram: @gabyhostnik

www.gabyhostnik.com.ar