Según un estudio, el estrés podría ser hereditario a través de los espermatozoides. Una nueva investigación realizada con ratones de laboratorio, demostraron que la exposición de los progenitores a situaciones de trauma o estrés, genera cambios genéticos en los espermatozoides que tras la reproducción, se traspasarían a la descendencia.

En este contexto, los científicos del estudio publicado en The Journal of Neuroscience, indican que el estrés tendría características hereditarias, y podría detonarse a través de estímulos ambientales.

Para llegar a esta conclusión, los científicos secuenciaron el ARN en el esperma de ejemplares machos. Y luego, los expusieron a estrés por derrota social crónica durante diez días.

Así mismo, los ratones fueron divididos en dos grupos según la respuesta que tuvieron al día 10 de estrés. Uno de los grupos contó con individuos resilientes al estrés y el otro con individuos susceptibles a este.

Resultado

El resultado arrojó que la experiencia de estrés a la que fueron sometidos los ratones, generó 1.460 genes en los aquellos que se habían mostrado susceptibles al estrés, mientras que los roedores resilientes demostraron una alteración en apenas 62 genes.

“El estrés paterno puede inducir cambios duraderos en las células germinales que potencialmente pueden propagar cambios hereditarios entre generaciones”, describieron los científicos.

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