Estudio de UNICEF evidencia que padres y madres recurren a la violencia porque carecen de apoyo y de herramientas para ejercer una crianza positiva
La falta de apoyo en la crianza y de herramientas para ejercer la parentalidad son los principales factores que mencionan padres y madres como causas que inciden en el uso de la violencia física y sicológica hacia niños, niñas y adolescentes, según el Estudio de Conocimientos, Actitudes y Prácticas (CAP) con relación a la violencia en la niñez en Chile, realizado por UNICEF junto al Centro de Estudios Justicia y Sociedad (CJS) y Dirección de Estudios Sociales (DESUC), de la Pontificia Universidad Católica.
El estudio CAP es el primero en su tipo que se hace en Chile. Es una iniciativa innovadora, que hace una exploración sobre las normas sociales que pueden estar asociadas a la disciplina positiva y a la violencia hacia la niñez y adolescencia. La investigación combina una metodología cuantitativa y cualitativa de recolección de datos.
El estudio muestra que uno de cada dos padres o madres consideran exclusivamente prácticas positivas como efectivas como método de crianza (53%), mientras que poco menos de la mitad consideran al menos una práctica violenta como efectiva (47%). Además, se establece que el bajo conocimiento de prácticas positivas, que sean realmente efectivas, implica que muchos padres o madres recurran a estrategias que se basan en un enfoque punitivo de control de la conducta.
Según la Especialista en Protección de UNICEF, Ludmila Palazzo, este estudio profundiza en las causas y normas sociales que llevan a los padres y madres a ejercer una disciplina positiva o violencia en la crianza.
“El objetivo de este estudio es mirar los conocimientos, actitudes y prácticas de los cuidadores hacia la violencia contra la niñez, para identificar cómo estos influyen en las prácticas de disciplina, tanto positivas como violentas. Al mirar las normas sociales que fundamentan estas prácticas es estudio busca contribuir con recomendaciones que promuevan el cambio de comportamiento de los cuidadores hacia los niños”.
Otro dato relevante que entrega la investigación es que los padres y madres reconocen que la sanción social, en términos discursivos y juicios morales en contra del castigo físico hacia niños, niñas y adolescentes, aumenta las prácticas de disciplina positivas.
Asimismo, el estudio muestra que los padres y madres conocen los derechos de los niños, niñas y adolescentes y las leyes que los protegen contra la violencia, 81% en caso de leyes que obligan a reportar la violencia contra niños, niñas y adolescentes y 65% respecto a conocimiento de leyes que prohíben la violencia. La Especialista de UNICEF agregó que “es un punto muy positivo el conocimiento de los derechos por parte de los cuidadores, y también la sanción social, pero lo más importante que revela el estudio es que, a pesar de este conocimiento y sanción, a los cuidadores les faltan conocimientos de herramientas de disciplina positiva y alternativas de apoyo a la crianza”.
En la investigación, los padres y madres identifican como apoyo en la crianza, tener familiares o cercanos con los que contar para cuidado de los niños, niñas o adolescentes que tienen a su cargo, como también el apoyo profesional que reciben dentro y fuera de la escuela.
Además, la investigación evidencia que los padres y madres en general reconocen la violencia física como una práctica violenta, sin embargo, existe menor concenso sobre la violencia sicológica. El porcentaje de cuidadores con actitudes ambivalentes, a favor y en contra del castigo psicológico, es consistente, alrededor de un 30%, de manera transversal en todos los tramos de edad, niveles socioeconómicos, estructuras parentales y situaciones de pareja. Solamente se observa una diferencia significativa en el caso de los cuidadores que recibieron castigo en la infancia y lo validan, que reportan un 44,9% de actitudes ambivalentes.
“La ambivalencia con respecto a estas prácticas es preocupante y revela una falta de conocimiento y de reconocimiento de la violencia psicológica, así como de sus efectos y consecuencias. Si la violencia psicológica es la alternativa que utilizan los cuidadores para no ejercer la violencia física, estamos mal como sociedad. Necesitamos promover el conocimiento y aplicación de herramientas positivas que permitan una crianza respetuosa y protegida”, explica Ludmila Palazzo.
Revisa el informe completo en este LINK.
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