Estudios internacionales evidencian la influencia del ambiente familiar en la conducta adolescente

Tres estudios internacionales efectuados durante la última década, revisados y destacados en la revista "Educar" del Grupo Educar, evidencian cómo influye el entorno familiar en la salud mental de estos jóvenes y en la calidad de las relaciones con sus pares y docentes.

Según indican en el estudio “El entorno familiar y el bienestar adolescente: Exposición a influencias familiares positivas y negativas”, realizado por el Centro Nacional de Información sobre la Salud del Adolescente de la Universidad de California, "las relaciones estrechas entre padres y adolescentes, las buenas habilidades de crianza, las actividades familiares compartidas y el ejemplo positivo de los padres tienen efectos bien documentados en la salud y el desarrollo de los adolescentes".

Relaciones sociales

Por su parte, el estudio “Relación entre el clima familiar y el clima escolar: el rol de la empatía, la actitud hacia la autoridad y la conducta violenta en la adolescencia”, publicado en el International Journal of Psychology and Psychological Therapyel, destaca la relevancia del ambiente familiar en el desarrollo adolescente y en el ajuste psicosocial de los jóvenes.

"El clima familiar ha mostrado ejercer una influencia significativa, tanto en la conducta como en el desarrollo social, físico, afectivo e intelectual de sus integrantes. Un entorno positivo, donde existe apoyo, confianza, intimidad y una comunicación abierta y empática, favorece el desarrollo de determinadas habilidades sociales en los hijos que resultan fundamentales para la interacción social, tales como la capacidad para identificar soluciones no violentas a problemas interpersonales o la capacidad empática".

Sin embargo, los autores del estudio David Moreno, Estefanía Estévez, Sergio Murgui y Gonzalo Musitu, advierten que la interacción negativa entre padres e hijos (existencia de frecuentes conflictos, falta de comunicación familiar y de cohesión afectiva), impacta en distintos niveles las relaciones sociales de los adolescentes.

“Al no desarrollar adecuadamente la habilidad empática, que en buena medida se fomenta con la expresión de sentimientos en el seno familiar, aumenta la probabilidad de que se desarrollen comportamientos hostiles, puesto que, si los padres como figuras de autoridad informal no son modelos adecuados, los adolescentes transfieren este tipo de actitudes a otros contextos formales fuera del hogar”, aseguran.

Conductas de riesgo y salud mental

El estudio “La escuela, las relaciones familiares y con los compañeros, y el uso de sustancias en los adolescentes, el bienestar subjetivo y los síntomas de salud mental”, publicado en la revista especializada Journal of the International Society for Child Indicators, evidencia que tener un ambiente sano con círculos familiares y amistosos, reduce considerablemente la posibilidad de contraer enfermedades como la depresión o la adicción.

“Un entorno familiar favorable juega un papel importante en proporcionar a los adolescentes la capacidad de desarrollar relaciones saludables fuera del hogar, mientras que un ambiente perjudicial o deficiente dificulta la formación de relaciones positivas más allá del hogar, aseguran los autores del estudio.

Y agregan que “el tiempo que se dan los padres para conocer a los amigos de sus hijos, de saber con quiénes se juntan y qué actividades realizan, puede tener una influencia positiva en el bienestar de los jóvenes”, sugiere Graham F. Moore. profesor de la Univerisdad de Cardiff y uno de los autores del estudio.

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