El impacto que tiene el trauma infantil en la salud durante la adultez
“Estudio sobre las experiencias infantiles adversas”. Así es el nombre de la investigación científica realizada a mediados de los años 90 por el Dr. Vince Felitti del Kaiser y el Dr.Bob Anda del CDC, que impactó en la carrera médica de la pediatra Nadine Burke Harris.
Y es que los resultados de la investigación, que relacionó las historias de abuso y maltrato infantil de 17 mil 500 adultos con su historial de salud en la adultez, hicieron que la doctora Burke cambiara su práctica clínica y fundara en 2012 el Centro para el Bienestar de la Juventud, donde se creó un modelo clínico que reconoce el impacto de las experiencias adversas en la salud y trata eficazmente el estrés tóxico en la infancia.
En un evento de Tedtalks, titulado TedMed en San Francisco (2014), Nadine Burke, explica en su charla: “Cómo el trauma infantil afecta la salud en toda la vida”, que el estrés constante causado por el abuso, el abandono y los padres que sufren de una enfermedad mental o son drogadictos, tienen efectos reales y tangibles en un cerebro en desarrollo.
“En dosis altas, afecta al desarrollo del cerebro, al sistema inmunológico, al sistema endocrino e incluso la forma de leer y replicarse de nuestro ADN (…) Las personas expuestas a dosis muy altas, tienen 3 veces más de probabilidades de morir de enfermedades del corazón y cáncer de pulmón y su esperanza de vida se reduce 20 años”, dice Nadine Burke.
La pediatra explica además que “las ‘EAI’ o ‘experiencias adversas en la infancia’, incluyen el abuso sexual, físico o emocional; el abandono físico o emocional, la enfermedad mental, la drogadicción o encarcelamiento de los padres; separación o divorcio de los padres y la violencia doméstica”.
A su vez, destaca que lo que encontraron en aquel estudio fue sorprendente. “El 67% de la población tenía al menos una EAI y el 12,6% 1 de cada 8, tenía 4 o más EAIs. Y el 12,6%, 1 de cada 8, tenía 4 o más EAIs", explica.
Y agrega que "para un persona con una puntuación de EAI 4 o más, el riesgo de enfermedad pulmonar o obstructiva crónica era 2,5 veces mayor que el de una persona con una puntuación de cero EAI. Para la hepatitis también era 2,5 veces mayor. Para la depresión, era 4,5 veces mayor y para el suicidio, era 12 veces mayor (…) Una persona con una puntuación EAI de 7 o más, tenía 3 veces más probabilidades de morir de cáncer de pulmón y 3,5 veces mayor riesgo de isquemia cardíaca, la causa principal de muerte en Estados Unidos”.
Gracias a esta importante investigación científica, la especialista asegura que ahora se puede prevenir y/o reparar el daño, porque se sabe que “las dosis altas de la adversidad no solo afectan a la estructura y a las funciones del cerebro, sino también al sistema inmunológico en desarrollo, el sistema hormonal en desarrollo e incluso la forma en que se lee y se transcribe nuestro ADN”.
Revisa a continuación esta interesante charla, que a la fecha cuenta con más de 3 millones de reproducciones:
Puedes leer la publicación del estudio "The Relation Between Adverse Childhood Experiences and Adult Health", en este LINK.
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