Durante años la población LGBT se ha visto más afectada por problemas de salud mental, debido al rechazo familiar y social del que son víctimas. 

El estudio “Suicidio en poblaciones lesbiana, gay, bisexual y trans: revisión sistemática de una década de investigación (2004-2014)”, realizado por Claudio Martínez, Alemka Tomicic y Francisco Aguayo, revisó la literatura científica publicada a nivel mundial en el último decenio sobre suicidabilidad de población LGBT.

Los resultados de la investigación, publicada en 2016, evidencian que la población LGBT tiene peores indicadores de salud mental, comparada con la población heterosexual. 

A su vez, los estudios refieren en sus antecedentes una propensión a intentar suicidarse de entre 20% a 53% para jóvenes LGB y de entre 23 a 47% para el caso de los jóvenes trans. 

“La asociación entre población LGBT y riesgo suicida ha sido entendida desde el enfoque de los determinantes sociales de la salud. Al respecto, se señala que la población LGBT se ve altamente afectada por problemas de salud mental relacionados con el estigma y la discriminación”, dice el estudio. 

Y agregan que “específicamente, el modelo de stress en minorías ha ofrecido una manera de comprender cómo la pertenencia a una minoría discriminada, en este caso ser parte de la población LGBT, deja expuesto al individuo a un entorno social hostil caracterizado por el prejuicio, el rechazo y la exclusión. Este entorno generaría problemas de salud mental tales como depresión, abuso de sustancias, aislamiento social, conflicto con los pares y victimización, lo cual incrementaría los factores de riesgo individuales para el suicidio”.

Descarga y revisa el estudio completo en este LINK.