Según un estudio de la Universidad Brigham Young (Estados Unidos) publicado en el medio digital Redgesam, tomar sol en cualquier momento del día, influye de forma positiva en nuestro estado de ánimo. Este fenómeno se produce incluso por sobre otros factores como la temperatura, la contaminación o la lluvia. 

Los distintos datos meteorológicos que se analizaron durante la elaboración de esta investigación, se obtuvieron de la Universidad Physics and Astronomy Weather Station y de la U.S. Environmental Protection Agency, para comparar el tiempo y la salud mental de los participantes a través del programa Brigham Young’s Counseling and Psychological Services Center.

Un hallazgo que descubrieron los especialistas a cargo del estudio, fue el alto nivel de tristeza que sintieron los voluntarios de la investigación, en los días más cortos. Además, se descubrió que la cantidad de horas de luz influye más en el humor de la gente, que la cantidad de rayos absorbidos.

Según informan en Redgesam, "la luz solar nos activa, y permite la producción de serotonina, la hormona de la felicidad. La reducción de horas de luz provoca alteraciones en los ritmos circadianos, esto explicaría por qué algunas personas se sienten más tristes en épocas más frías como otoño o invierno (...) En los seres humanos existe un término que hace referencia a la tristeza que sentimos en dichas estaciones: Trastorno Afectivo Estacional (TAE) o ‘depresión de invierno". 

Además, agregan que este fenómeno afecta mayormente a más mujeres que hombres, y entre sus síntomas se destaca el aumento del apetito y el sueño, menor energía y capacidad de concentración, pérdida del interés en el trabajo y otras actividades. Y según advierten en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “si se convierte en una depresión prolongada, podría desembocar en un trastorno bipolar o en el suicidio”. 

A su vez, en el mismo artículo hacen mención de un estudio realizado por el psiquiatra y experto en cronoterapia, Michael Terman, donde se evidencia cómo afectan las variaciones lumínicas y de temperatura en los habitantes de Nueva York. De los encuestados en la investigación, un 50% aseguró sentirse más apático y sin energía, mientras que solo un 12% aseguró sentir la falta de fuerzas más en verano. Además, un 47% aumentó de peso durante los meses de menor luz, un 31% durmió más y otro 31% se sintió más ermitaño.

La fototerapia es un tratamiento con un alto índice de efectividad, donde se ocupa una lámpara especial con una luz brillante que imita la intensidad del sol. No obstante, siempre se recomienda disfrutar de la luz solar, con las medidas de seguridad pertinentes. 

Revisa más detalles del estudio en este LINK.