Estudio evidencia el efecto que tiene el acto de perdonar en el bienestar socioemocional
Según un estudio realizado en la Universidad de Harvard y dirigido por Katelyn Long, el perdón tendría un impacto muy positivo en la salud mental a largo plazo.
La investigación fue analizada a partir de un estudio que contó con la participación de 54.703 enfermeras, quienes fueron interrogadas sobre sus comportamientos diarios y sus características en relación a la salud. Una de estas preguntas, fue mencionar la frecuencia con que perdonaron a otras personas por motivos religiosos. La respuesta fue comparada con la que entregaron acerca de su bienestar. Por un lado, los resultados arrojaron que las encuestadas que perdonaban, se sentían más felices y tenían una mejor calidad de salud mental, mientras que las que no, reflejaron distintos síntomas de patologías como depresión y ansiedad.
Este estudio concluyó que tratar el rencor desde una postura sin resentimiento, nos da la oportunidad de estar más contentos con nuestra vida, por ende, con una salud mental más saludable. Actitudes como la tolerancia, el perdón y la empatía, son capacidades que ayudan a regular y mejorar el bienestar emocional y mental.
Otra resolución fundamental que también arrojó el estudio, fue que las personas con una salud mental más estable, perdonan de manera más comprensible y recurrente, que las personas con algún trastorno emocional o mental.
El perdón según la edad
El psicólogo Mathias Allemand, de la Universidad de Zurich, participó en un estudio que analizaba las diferencias del perdón en una categoría etaria. Esta investigación se basó en la Teoría de la Selectividad Socioemocional. La creencia principal del estudio, es que a medida que alguien envejece, sus ganas de regenerar su historial emocional los motiva a ser más benevolente ante los conflictos.
Finalmente, se mostró que las personas de la tercera edad son más capaces de perdonar, a diferencia de los adultos que son menos flexibles en este sentido. En relación a la cercanía, los adultos jóvenes están más dispuestos a perdonar a sus amigos, mientras que en los adultos mayores el factor social no influyó notoriamente.
Escalas para medir el perdón
Los expertos que se dedican a esta materia, han trabajado en escalas que funcionan como un medidor del perdón, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Una de ellas, es la escala FOO (Forgiveness of Self) que mide el perdón hacia la propia persona y la escala FOS (Forgiveness of Others) que calcula el nivel de perdón hacia los demás.
Ambas técnicas de registro se utilizan para analizar muestras de trastornos de la personalidad. Los estudios muestran que la carencia en ambas escalas, se relaciona con una serie de síntomas psicológicos como baja autoestima, depresión y trastornos de ansiedad. Es más, existen mayores posibilidades de que alguien perdone a otro con gran facilidad (grado alto de FOO), sin embargo, encontrará muy complejo perdonarse a sí mismo (grado bajo en FOS), provocando emociones negativas e infelicidad.
Los expertos destacan el perdón intrapersonal, como un acto de amor propio, ya que la persona no solamente reduce el efecto negativo emocional externo, sino que se preocupa por mantener una buena calidad de bienestar socioemocional y de experiencias personales.
Revisa el artículo original en este LINK y el estudio en este LINK.
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