Este año el Día Mundial de la Salud Mental, pone énfasis en los estragos que ha provocado la pandemia de COVID-19, la que ha evidenciado las inequidades a nivel mundial que hay respecto a este tema. Así lo revela el estudio transcultural que hemos realizado junto al Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Facultad de Psicología de la Universitat de València en España y la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez en México, el que analizó el estado de salud actual de adolescentes en comparación con el estado de salud previo a la pandemia.  Los resultados son preocupantes, los y las adolescentes, especialmente los chilenos, han percibido cambios significativos en su funcionamiento cognitivo, físico, social y psicológico durante la pandemia, en comparación a su estado de salud anterior a la aparición del coronavirus.

Para la muestra se consideró a 449 adolescentes de España, México y Chile, de entre 12 y 17 años a quienes se les encuestó y participaron de diversos análisis. 

“Una vez más Chile obtiene las peores cifras en salud mental. Nuestra Fundación ha trabajado activamente juntos a adolescentes, hemos desarrollado campañas educativas y gran cantidad de material para poder hacer un aporte real en la salud mental de nuestros jóvenes. Hemos trabajado con educadores y personas en situación de calle, grupos relevantes de nuestra sociedad que se han visto muy afectados durante esta pandemia. Así lo demostró la Encuesta jóvenes y adolescentes, Salud Mental y Covid-19, realizada el 2020 cuyos resultados, publicado en septiembre del año pasado, reflejaron la grave situación que viven nuestros adolescentes. Mantenemos nos nuestro compromiso para seguir revolucionando la educación desde el corazón y convertir a Chile en un país con salud mental de calidad”, dice Constanza del Rosario, directora de RING!

La reciente investigación demuestra que “perciben un mayor cambio en los problemas de concentración y para aprender en Chile, en comparación con adolescentes de España y México”, y agrega que, “estos resultados indican que la atención a los síntomas cognitivos de los y las jóvenes podría ser más urgente en Chile”.

Según el estudio, en Chile perciben un aumento de malos hábitos alimenticios y el apetito. Debido a esto, enfatizan en la necesidad de una actuación temprana y diferenciada en esta área, en concreto en  México y Chile, para prevenir los posibles problemas asociados a estos síntomas, que  pueden responder a problemas emocionales surgidos como consecuencia del impacto  psicológico que ha provocado la pandemia.

En cuanto a la calidad del sueño, los chilenos perciben un sueño menos reparador, se registró un aumento de pesadillas y despertares nocturnos.

“De nuevo, adolescentes chilenos y chilenas parecen percibir una mayor necesidad de atención psicológica en sus síntomas de salud, que se reflejan en alteraciones en el sueño, probablemente debido a la ruptura en el mantenimiento de rutinas y la combinación de estos síntomas físicos y psicológicos”, explica el estudio.

Respecto a las relaciones sociales “para Chile los problemas de relaciones, tanto sociales como familiares, parecen haber empeorado durante la pandemia, incluyendo las discusiones con personas convivientes”. Se percibe un aumento preocupante en el uso de dispositivos electrónicos y actividad en redes sociales, tanto en Chile, México y España. 

Por último el equipo de investigadores, encontraron que “la realización de ejercicio físico, en España lo practican más a menudo que antes, mientras que esta práctica es menor en México y Chile, siendo en  este último país donde se indica un menor disfrute de la realización de ejercicio en  comparación a antes de la pandemia. Estos resultados, junto con los síntomas observados en los tres países, especialmente en Chile, subrayan la importancia de concienciar a la adolescencia en el establecimiento de rutinas saludables como un factor  de protección de su salud mental en tiempos de pandemia"

Proyecto de fortalecimiento de salud mental en personas en situación de calle

El propósito del proyecto fue fortalecer la salud mental de personas en situación de calle que se encontraban viviendo en Residencias y Viviendas con Apoyo implementadas por Corporación Moviliza y Corporación Nuestra Casa en la Ciudad de Santiago. Para ello, durante el primer semestre de este año, se realizaron talleres virtuales que entregaran herramientas efectivas para la Regulación Emocional y Manejo del Estrés en los contextos de confinamiento y post confinamiento que se han dado durante la pandemia. 

En total participaron alrededor de 50 personas, y se realizaran capacitaciones a los equipos de trabajo de Moviliza y Nuestra Casa, para que puedan continuar con estos talleres en el trabajo cotidiano que hacen en estas residencias y casas compartidas.

Para muchos/as participantes, esta fue una experiencia significativa, ya que les permitió conocer y usar técnicas de regulación emocional que los ayuda en su vida diaria. Algunos incluso reconocen que sienten un antes y un después del taller, en el sentido de qué ahora hay cosas que pueden manejar mucho mejor, y que también los ha ayudado en la convivencia con las demás personas: “Los talleres se hicieron en momento muy crítico de las residencias para personas en situaciones de calle, porque la pandemia había comenzado a afectar mucho emocionalmente a las personas, y quienes participaron pudieron adquirir herramientas que les van a servir siempre, y que van a poder continuar trabajando. El taller además les ha dado el espacio y tiempo para mirarse y comenzar a reconocer sus emociones y a trabajarlas. Este es el inicio de procesos de intervención que pueden ser muy positivos”, dice Ignacio Eissman, coordinador del proyecto.